Un cumpleaños más.
No sé si me dio más tristeza o alegría, al cumplir años.
Tuve algunas llamadas de “quienes me quieren” y
De los que se enteraron por medio Facebook
y por compromiso me felicitaron.
No se si estoy más gruñón o es típico de mi neurosis,
En realidad se me fue un año más.
Es un año menos de vida,
otra vuelta al radiante dios antiguo, el sol,
…Un día más para arreglar las cosas.
Salí para felicitarme,
…pero, ¿Como puedo alegrar a mi loco e inquieto espíritu aventurero?
No, ¡mi espíritu no, eso no existe!
¿Cómo podré complacer a mi alocada conciencia?
¡Que mejor que un cuerpo tierno de mujer!
Unas cervezas, viejas canciones de rock, y por supuesto,
mi infaltable compañera, cannabis.
No, no importa si es flaca, rubia, alta, morena o montuvia,
…todas las mujeres saben igual.
Pero, eso sí, las cervezas deben ser: Club verde y bien heladas,
La mariguana, preferentemente colombiana.
Y las canciones lentas para evocar la playa.
Como buen escritor, escribí varios versos en su tierno cuerpo,
En sus brazos, espalda e hice dibujos en sus muslos,
La miré pacientemente y la disfruté poco a poco,
Se que a pesar de mi condición, soy envidiado por mi suerte.
Recordé a Lavoe:
“Oye, veinte años no son nada si te gusta romper un coco”
Así llegó mi satisfacción,
¡como siempre!
Vino una noche y se me fue en la mañana,
imaginariamente levanté castillos,
con ilusión me sumergí en mis sueños,
sabía que partiría y me abandonaría,
cobraría sus servicios y me dejaría.
Así pasé mi cumpleaños,
…Estoy viejo, borracho y drogado, estoy viviendo de recuerdos.
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