Confesiones de un futuro asambleísta ecuatoriano.



 

Siempre he querido juntar a mis hijos y hacer una reunión que estemos todos; quise, pero nunca lo pude hacer; he pasado la mayor parte de mi vida en prisión.

 



Aprendí a robar desde muy pequeño, mis amigos, muchos mayores que yo, me metían en las casas y yo le abría las puertas para que se lleven todo; me daban unas pocas monedas que me las gastaba en golosinas. Al crecer un poco, robaba a los borrachos y a las mujeres que llevaban prendas de oro o dinero; también disfrutaba al arrancarle los aretes de sus orejas, me complacía al sentir su sangre caliente recorrer entre mis dedos.




He asaltado buses y he corrido por las calles, me he escondido en los callejones más lúgubres y oscuros que han sido mi albergue y refugio; yo sabía que por ahí nadie me seguiría y si se atrevían, los enfrentaba con mi cuchillo; a este lo he querido más que al crucifijo; el me protege verdaderamente con su filo, el otro solo permanece colgado de adorno en una pared de mi casa.

 



¡Sí, claro!!, si creo en diosito; me encomiendo a él; ya verá: al salir de caleta, cada vez que le voy a robar a alguien me persigno; al clavarle mi cuchillo o dispararle, lo hago en su nombre; y al comerla a mi vecina doy gracias al todo poderoso por ayudarme a hacer cachudo a su marido; ¡el men y yo, estamos alineados, es mi protector!!

 ¿Usted me pregunta porque robo? …haber:

 

Lo mismo hizo mi abuelo, y aprendí de mi padre; él llegaba en la madrugada y yo corría a abrazarlo, porque me gustaba ese olor a hierba que llevaba impregnado en su camisa; después pude comprarla y la amé, a ella y a la blanca; han sido mis aliadas y amigas, siempre están conmigo; con ellas me embrutecía, fumaba y aspiraba para traer el recuerdo de mi padre; lo balearon sin piedad unos taxistas.

 


—No, nunca he podido trabajar, solo estudié la primaria; pero yo hago más dinero que los que sí han estudiado, míreme, mis buenos chuzos, pantalón y camisa de marca, hasta las medias y el bóxer; mantengo a mis princesas, a la reina y a mis hijos, bien bonito.

 


Sí, claro que quiero regenerarme, oiga mi rey, poseo el perfil perfecto para ser Asambleísta, tengo vasta experiencia y un plus; no se necesita haber estudiado; seré un Padre de la Patria, ya me verá fiscalizando y haciendo leyes para mi pueblo, y después, con la ayuda de Dios y algo de maña, ganaré la presidencia; usted estará conmigo mi capi. ¿Cómo le quedó el ojo?.

 


¡Es que Ecuador, es el mejor país del mundo!!!

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Guayaquil – Ecuador 2021


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